La Psicooncología es la rama de la Psicología que se encarga
de la evaluación y tratamiento del
paciente oncológico y familiares durante todas las fases del cáncer hasta su
remisión.
El papel del
Psicooncólogo es fundamental ya que busca incentivar en el paciente y
familiares el uso de estrategias de afrontamiento adecuadas para
facilitarles la adaptación a dicha
enfermedad, y con ello mejorar la calidad de vida.
La Psicooncología
cuida del paciente, de su entorno familiar y del personal sanitario.
Entre el 25-35% de
pacientes con cáncer se detecta morbilidad psicológica, porcentaje que en el
caso de hospitalización o estar recibiendo quimioterapia puede elevarse al 50%
según los diferentes estudios realizados.
Rol del Psicooncólogo
El cáncer afecta
todas las esferas de la vida de una persona, no sólo en el momento del
diagnóstico, sino a lo largo de todo el proceso.
Las reacciones de
ansiedad, depresión, miedo al rechazo, miedo a la muerte y a la enfermedad, inseguridad, miedo a la
quimioterapia, las alteraciones de la
imagen corporal y el consiguiente deterioro de la autoestima suponen una
importante barrera en la autonomía personal de muchos pacientes.
Las complicaciones en el ámbito psicosocial pueden iniciarse
desde el momento de sospecha del diagnóstico o bien pueden surgir o agravarse
con la confirmación de la existencia de un cáncer, los tratamientos médicos, la
finalización de los tratamientos y las recidivas. Los desajustes también pueden
darse en las relaciones interpersonales a nivel familiar, de pareja y sexual y
de reincorporación al puesto laboral.
Las sintomatologías físicas y psíquicas que provoca el
cáncer pueden reducirse de forma eficaz gracias a la ayuda de los
Psicooncólogos que, mediante distintas técnicas, consiguen aliviar la sensación
del dolor, ansiedad, insomnio, síntomas depresivos, entrenamiento en control del pensamiento,
miedo a la muerte, náuseas y vómitos anticipatorios, etc.
La ayuda psicooncológica permite facilitar la comunicación
con temas relacionados con la enfermedad, la muerte o la reincorporación
social, a la vez que también entrena a médicos y enfermeras a “transmitir las
malas noticias de una forma adecuada”
El Psicooncólogo interviene en los casos en que el paciente lo requiera:
- Dificultad a la hora de asimilar y afrontar el
diagnóstico.
- Dificultad para poder comunicarse con el equipo médico y
con los propios familiares.
- Miedo al tratamiento y posibles efectos secundarios
(quimioterapia, radioterapia, cirugía, hormonoterapia, etc..)
Fases de la enfermedad
Fase prediagnóstica
El paciente presenta diversos síntomas desconociendo la
causa. “Algo no va bien”. Fase con alto nivel de ansiedad debido a la
incertidumbre del diagnóstico, a la sensación de falta de control, al posible
ingreso hospitalario y realización de pruebas. Ambiente desconocido.
Fase diagnóstica
Aquí se confirma el diagnóstico oncológico, estado de shock.
El paciente percibe amenazada su estabilidad física y emocional. Se puede
presentar miedo a la muerte, a la dependencia, a los posibles cambios físicos,
pérdida de relaciones sociales, aislamiento, etc.
Fase de tratamiento
Fase activa, el
paciente se somete al tratamiento más
adecuado según su patología. Los más comunes son la quimioterapia,
radioterapia, cirugía, trasplante de médula ósea (TMO), hormonoterapia, etc. El
paciente puede presentar diversos temores relacionados con los efectos
secundarios del tratamiento (alopecia, vómitos….).
Fase de remisión
Estado de ausencia de
actividad de enfermedad oncológica. El paciente se reincorpora a su vida
cotidiana, readaptándose a la nueva situación. Posible presencia del Síndrome de Espada de Damócles y Síndrome de
estrés post-traumático.
Recaída
Sentimiento de
indefensión, miedo a la muerte más acentuado, sentimiento de culpa y fracaso,
cansancio físico y emocional, ganas de “tirar la toalla”, enfado/ira.
Fase terminal
Enfermedad avanzada,
incurable y en fase de progresión. Impacto emocional intenso para el paciente y
familiares. El objetivo ya no es curar,
si no paliar la sintomatología del paciente.
Paciente Paliativo
En nuestra cultura, desde que nacemos, nos enseñan poco a poco cómo vivir (comer,
caminar, correr, leer, relacionarse, trabajar, formar una familia, etc). Y a pesar de todos estos aprendizajes olvidan
enseñarnos lo ÚNICO que tenemos SEGURO al nacer, y eso es que tarde o temprano vamos a morir.
Cuando nos enfrentamos a una enfermedad avanzada, incurable
y en fase de progresión nos vemos obligados a afrontar la muerte sin saber cómo
hacerlo, dónde o a quién acudir, generando aún más ansiedad de la ya existente.
El objetivo en la
terapia es proporcionar al paciente y a sus familiares claves para facilitar el
proceso de adaptación del paciente a su situación de fin de vida,
proporcionando datos, pautas y estrategias que sirvan en lo posible para
aliviar su experiencia de sufrimiento y la de sus familiares. Fomentando la
apertura en la comunicación con la familia y con ellos mismos. Mejorando la
calidad de vida en ambos. Facilitar la elaboración del duelo tanto del propio
paciente como de sus familiares.
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