Orígenes de la palabra “Burnout”
El concepto “Burnout” ha sido utilizado en
la lengua anglosajona dentro de la jerga de los atletas o deportistas en
general. Con este constructo, cuya traducción al español significa "estar
quemado", se trataba de describir una situación en la que, en contra de
las expectativas de la persona, ésta no lograba obtener los resultados
esperados por más que se hubiera entrenado a fondo para conseguirlos (Álvarez,
E. & Fernández, R., 1991).
El “Síndrome de Burnout”, también es
conocido como “síndrome del estrés crónico laboral”, “síndrome de desgaste
profesional”, “síndrome del quemado” o “síndrome del estrés laboral
asistencial” es un estado de cansancio
físico y emocional resultante de las condiciones de trabajo o sobrecarga
profesional (Hernández, J., Granada, P. & Carmona J., 2008 citando a
Freudenberger, 1974).
Fuera
del ámbito deportivo y artístico, el vocablo "burnout" fue utilizado
por vez primera por el psiquiatra
Herbert Freudenberg (1974) según Álvarez & Fernández (1991) para referirse
a los problemas de los servicios sociales.
Freudemberg asistía por aquellos años como voluntario a
una “Free Clinic” (clínica para
toxicómanos) de Nueva York, y
allí observó entre el personal que
prestaba servicios que una mayoría de ellos experimentaban, al cabo de
aproximarse un año del inicio de su trabajo, ciertos cambios en su actitud
hacia el trabajo y en el desempeño de
sus tareas ( Bosqued, M. 2008).
La mayoría de los voluntarios padecía una
pérdida progresiva de energía, desmotivación por el trabajo, cambios en el
comportamiento hacia los pacientes, lo que se traducía en una menor
sensibilidad y comprensión hacia ellos, un trato distanciado y frío, con
tenencia a culparles por sus padecimientos. Además, experimentaban síntomas
característicos de la ansiedad y la depresión (Bosqued, M. 2008).
Según Bosqued (2008) el mismo Freudenberger
reconoció que presentaba dichos síntomas y utilizando el término que usaban en
la clínica para referirse a los efectos del abuso crónico de sustancias
tóxicas, lo definió como “un conjunto de síntomas medico-biológicos y
psicosociales inespecíficos, que se desarrollan en la actividad laboral, como
resultado de una demanda excesiva de energía.
Freudenberger concluyó que dichos
profesionales fallan, se agotan o quedan exhaustos emocionalmente debido a que
se involucran excesivamente en su trabajo, llegando a ser ineficaces para el
desempeño adecuado de las actividades laborales. Este síndrome, por lo tanto,
es una patología que debe ser entendida como una forma de trastorno psicosocial
en el trabajo (Gil-Monte, 2006 citado por López, H. 2011).
Pero fue Cristina Maslach quién popularizó
esta palabra en 1977, durante el Congreso Anual de la Asociación Americana de
Psicólogos (A.P.A.). Ella utilizó esta expresión para hacer referencia a una
situación cada vez más frecuente entre los trabajadores de los servicios
humanos, donde después de meses o años de dedicación los trabajadores
acababan exhaustos o sobrecargados
(Álvarez, E. & Fernández, R., 1991 citando a Maslach, C. 1977).
Definiciones de Burnout
La definición más extendida y aceptada
sobre el SQT (El síndrome de quemarse por el trabajo) o Burnout fue elaborada
por Maslach y Jackson (1981), que lo define como un síndrome compuesto por tres
síntomas: baja realización personal en el trabajo, agotamiento emocional y
despersonalización (Gil-Monte, P. 2008).
Para Gil-Monte el Burnout es una respuesta
al estrés laboral crónico. Lo define como “una experiencia subjetiva de
carácter negativo compuesta por pensamientos, emociones y actitudes negativas
hacia el trabajo, hacia las personas con las que el individuo se relaciona en
su trabajo, en especial con los clientes o beneficiarios de su labor, y hacia
el propio rol profesional” (Gil-Monte, 2006 citado por López, H. 2011).
Para Álvarez &Fernández el Burnout es el final de un proceso
continuado de tensión y estrés como resultado de una situación de desajuste
entre el trabajador y el puesto que ocupa, y añaden que “esta experiencia
negativa puede suceder en distintas esferas vitales” (1991).
Los investigadores Unda, Sandoval &
Gil-Monte (2008) conciben el SQT o
burnout como “una respuesta al estrés laboral crónico de carácter interpersonal
y emocional que se presenta en profesionales prestadores de servicios y aparece
cuando las estrategias de afrontamiento no son suficientes o fallan y juega el
papel de mediador entre el estrés percibido por los profesionales y sus
consecuencias”.
Asimismo, Hernández, Granada & Carmona
(2011) lo conceptualizan como “una
combinación de tres elementos: el ambiente, los pensamientos negativos y las
respuestas físicas del sujeto, estos interactúan de manera que ocasionan en la
persona un sentimiento de ansiedad, cólera o depresión”.
Algunos
autores entienden que el Burnout está caracterizado por la presencia de
enfermedades psicosomáticas en trabajadores del área de servicios y es generado
por las malas condiciones ambientales en su lugar de trabajo, falta de
estímulos personales, económicos y de reconocimiento en sus tareas, escasez de
tiempo libre y horarios inadecuados, siendo además factores estresantes
crónicos que llevan al individuo hacia un desgaste en el trabajo, su vida y en
la relación con las personas que lo rodean. El Burnout es un proceso (más que
un estado) y es progresivo (acumulación de contacto intenso con consultantes),
(OMS, 2012).
Otros autores lo conceptualizan como una
pérdida progresiva del idealismo, de la energía y del deseo de alcanzar
objetivos, que aparece en los profesionales de ayuda como resultado de sus
condiciones de trabajo (Edelwich y Brodsky, 1980 citado por Gil-Monte, 2011); o
como un estado de agotamiento mental, emocional y físico causado por el estrés
emocional crónico resultado de la implicación excesiva con la gente durante
largos periodos de tiempo (Pines y Kafry, 1982 citado por Gil-Monte, 2011).
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